Mérida, Diciembre Lunes 02, 2024, 03:12 pm
En momentos de
paralización de la actividad productiva, los recursos financieros son cada día
más valiosos. Esto debido a que sus usos alternativos se multiplican y de esta
manera aumenta su costo de oportunidad. Y si a esto se le agrega la
implementación de políticas de altas tasas de interés, el financiamiento se
hace cada vez más costoso. Una coyuntura de este tipo hace que los países
disminuyan la exposición a préstamos caros y busquen la cooperación financiera
internacional.
Este último enfoque
toma un nuevo auge a partir de iniciativas como el Nuevo Banco de Desarrollo
(NBD) de los BRICS. Un banco multilateral creado en 2015 por Brasil, Rusia,
India, China y Sudáfrica, que tiene por objetivo movilizar recursos para
proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible en países en desarrollo, y
del que forman parte otros países no BRICS como Egipto, Bangladesh, Emiratos
Árabes Unidos y Uruguay.
Desde su fundación,
el banco colabora con otros bancos multilaterales de desarrollo —como el Banco
Mundial, el Banco Africano de Desarrollo, el Banco Asiático de Inversión en
Infraestructuras, entre otros—, instituciones nacionales —como el Banco de
Construcción de China— e instituciones multilaterales —como la Organización de
las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura - FAO—. De esta
manera espera convertirse en un actor importante en el sistema financiero
global.
Hasta ahora, los proyectos
financiados por el NBD se han concentrado en transporte, desarrollo urbano,
salud pública, tecnologías de la información y la comunicación, gestión de
recursos hídricos e infraestructuras sostenibles, dentro de los países BRICS.
Pero las dificultades para atraer inversiones y el encarecimiento del financiamiento
que enfrentan los demás países en desarrollo a incrementado el interés del
mundo para que el NBD amplíe sus operaciones más allá de los BRICS.
En teoría, la
adhesión está abierta a cualquier país más allá de los cinco fundadores. Pero
en la práctica, existen criterios específicos de aceptación que los países
deben cumplir. Entre los cuales se encuentran: a) necesidad real de financiamiento
para proyectos sostenibles de infraestructura, b) compromiso con el
multilateralismo junto a una sólida calificación del riesgo crediticio soberano
y c) posición política que no antagonice con ningún miembro del NBD.
En este orden, el
NBD tiene como misión reducir las necesidades de financiamiento de los países
en desarrollo en un entorno de altos costos del dinero y elevada conflictividad
geopolítica. De allí que son desafíos por superar para lograr su misión: 1)
establecer un principio diferenciador, para evitar competir con otras
instituciones de desarrollo que tienen una larga trayectoria y más presencia en
los mercados de financiamiento para el desarrollo; 2) definir claros criterios
de sostenibilidad y gestión del riesgo, que aseguren el impacto ambiental-social
de los proyectos, así como la recuperación del dinero prestado; 3) superar las
diferencias políticas y en materia de seguridad que tienen los miembros
fundadores, para evitar dificultades al momento de tomar decisiones; y 4)
promover la transparencia en las acciones del banco, que multiplique la
confianza entre los agentes económicos a nivel mundial. En un entorno plagado
de incertidumbre, son indispensables las nuevas instituciones multilaterales
que generen confianza y planteen diferentes relaciones económicas
internacionales.
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