Destitución del Embajador Colombiano Armando Benedetti ante Venezuela por Orlando Gutiérrez

No sorprendió tanto la destitución de este bribón de la política colombiana, como su designación, siendo la embajada más importante, caliente y difícil, por las dificultades y por las necesarias buenas relaciones entre ambos países hermanos, históricamente hemos tenidos como toda familia, encuentros y desencuentros, nos hemos intercambiado presidentes, venezolanos la han gobernado y Libertado (Bolívar), colombianos que nos han gobernado (Maduro), este señor que ya tenía un currículo que lo descalificaba para esa encargo, con tan buenos funcionarios de carrera diplomática que existen en ese país, teniendo según la prensa colombiana 4 investigaciones en su contra por enriquecimiento ilícito cuando era Senador, debutando en Venezuela, ofende la oposición venezolana a sus dirigentes, a Guaido con un vulgar lenguaje soez, metiéndose en los asuntos internos de política de Venezuela, faltando a tres reglas básicas de la diplomacia que son la prudencia, el respeto y la no injerencia o intromisión en asuntos internos de otros países, de la misma manera, recientemente se expresó vulgarmente contra sus compatriotas cuando hubo un huracán en Colombia, parece que al hablar no se cepilla la jeta para hablar, vulgar, con razón siendo un camaleón de la política cambia de colores de acuerdo para donde sople el viento, primero fue de Uribe, después del traidor Juan Manuel Santos y cuando el viento sopló para Petro se fue con él. Se imaginan, este camaleón de la política, con tan buen currículo en reunión con Diosdado, Maduro, Rodríguez, obedeciendo línea de Petro, la propia degradación de los valores, la sapiencia, la ofensa a la dignidad, la moral, la academia, aquello que llaman los estadistas, es decir la orfandad de ambos países en estas personalidades, perdió una oportunidad de construir una relación positiva, de credibilidad, histórica, beneficiosa y necesaria para ambos países, su fugaz (10 meses desde agosto 2022), triste y oscura pasantía de titiritero diplomático, huérfano e ignorante del ejercicio diplomático, su socio se vió obligado para aparentar y tratar de lavar el polvorín, que se le revierte por la actuación, de este gris funcionario, en una pelea de baja reales, con la exjefa del gabinete de Petro, Laura Sarabia , donde la jefa del despacho del Presidente, denunció un robo doméstico de una menudencia que guardaba en su vestuario $7.000,00, así como una caja chica en su casa, como solía hacer el secretario de Cristina Fernández de Kirchner en Argentina, acusando de robo a su niñera, que el socialismo de Petro llaman ahora en el gobierno, sirvienta ( así la llamó la senadora del pacto histórico Clara López ), en campaña lo llaman los más necesitados o trabajadores domésticos, los desposeídos, la señora trabajadora ,por ser la mas débil, la acosan como en los viejos tiempos, que Petro denunciaba el maltrato, la tortura psicológica y física en los sótanos del propio palacio de gobierno de Mariño, le interceptan su teléfono, lo qué se conoce como chusean el teléfono a ella y la otra trabajadora del servicio doméstico, la amenazan, la chantajean, utilizan todo el aparato represivo del estado contra esta señora sin ninguna orden judicial, sin defensa legitima, sin el debido proceso, todo esto con el conocimiento, chantaje y enredo está detrás el Señor Benedetti, que en su casa, en Venezuela entrevistó a la presunta involucrada niñera, un lio de poder entre este imprudente e improvisado su excelencia embajador, que ya perdió hasta al pasaporte diplomático, y su visa americana por el mal uso del mismo, en viajes no autorizados y ajenos al servicio diplomático, en su disputa contra la señora Sarabia, su anterior asistente y pupila, que según algunas grabaciones trato de chantajearla, por sus aspiraciones, incluso amenaza, denunciar las fuentes de financiamiento de la pasada campaña del trasparente presidente Petro, se imaginan lo que falta, pobre Colombia va camino como su país hermano Venezuela, triste esta la cumbia y el vallenato.