Mérida, Marzo Domingo 16, 2025, 07:28 pm
En
varias oportunidades he conversado con jóvenes y adolescentes, que exponen que
el reggaetón expresa “lo que ellos quieren”, es decir, que estaría
“traduciendo” los propósitos, expectativas e intenciones de un segmento social,
que al parecer, no está conscientes de lo que “desea en la vida”.
Sin
embargo, investigando más sobre el tema y conversando con algunos psicólogos,
enfatizo mi postura sobre este ritmo del “género urbano”, que desde mi punto de
vista, no solo es un problema de la “lírica” o las letras, sino de la misma
estructura rítmica del reggaetón, por eso no acepto el reggaetón aun teniendo
“letra cristiana”.
Se
trata entonces de una “industria” musical que impulsa a través de la estructura
rítmica del reggaetón, la introyección de estímulos sonoros que inciden en
nuestra mente para provocar descargas hormonales que favorecen la función
sexual o para estimular directamente ciertas zonas del cuerpo. Se busca
entonces, trata de hacer vibrar el
cuerpo con sonidos y que éstos actúen sobre el sistema simpático y sobre las
glándulas endocrinas, fundamentales en las emociones y la sexualidad.
En el año 2014, me llamó mucho
l atención el trabajo desarrollado por tres fotógrafos colombianos en contra
del reggaetón. Alejandra Hernández, Lineyl Ibáñes y John Fredy Melo realizaron un
trabajo de composición fotográfica que manifestaba los efectos en imágenes,
según se registran en nuestra mente a partir del análisis del género musical en
referencia.
Estos fotógrafos han
compartidos diversas imágenes muy fuertes y contundentes, a través de las redes
sociales, donde ejemplifican los efectos del reggaetón a partir de las letras
de algunas canciones muy populares del género.
Pero más recientemente, me llamó
la atención lo señalado por una psicóloga
mexicana, ya que la Dra. Daniela Muñoz señaló que: el reggaetón es perjudicial
para el desarrollo cognitivo de los niños.
Según
la Dra. Muñoz, “un niño de 5 (o menor de 12 años) años no está preparado para
entender cierto tipo de frases ni contextos que además afectan de forma
negativa a su desarrollo cognitivo. Y es que las canciones hipersexualizadas no
están escritas, evidentemente, para un público infantil”.
En
la última referencia de la Dra. Muñoz, es donde recargo el problema, y sobre el
cual no es un problema solamente de los medios de comunicación, sino de los
padres, docentes y familiares que promueven la “hipersexualización”. Además,
que no es menos cierto que el reggaetón promueve la violencia de género y, al
parecer, las mujeres “no se dan cuenta” de este efecto.
Sin embargo, otro elemento que
me llama la atención, es un estudio realizado el centro de investigación IMETISA del Hospital Universitario de
Canarias en España, donde el Dr. Jesús Martín Fernández (Neuro cirujano),
indica que: “el reggaetón es tan bueno para el cerebro incluso más que la
música clásica, ya que produce una activación muy, muy, muy intensa en los
ganglios de la base y la cápsula interna que es por donde pasa la vía del
movimiento consciente”.
Finalmente,
sumo más de mi sesgada opinión, al presentarles lo que reseña una investigación de la Universidad
de Helsinki, Finlandia, donde señalan que: “el reggaetón no estimula nuestra
capacidad cognitiva ni nuestra inteligencia ya que al ser una música tan
sencilla de asimilar nuestras neuronas “no trabajan” ni se estimulan para
mantenerse jóvenes y en forma. El mismo estudio revela que este género musical
está relacionado con problemas de autoestima, depresión, consumo de sustancias
tóxicas y hasta con trastornos alimenticios”.
Lcdo. Giovanni Barboza / CNP 6640 / giovannibar@gmail.com