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EL ENERO DE DON EMILIO MENOTTI SPÓSITO por Ramón Sosa Pérez

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EL ENERO DE DON EMILIO MENOTTI SPÓSITO por Ramón Sosa Pérez


A punto de finalizar el año 2023, el fraterno amigo Domingo Moreno –a quien otros llaman Lenín, como lo apellidara su padre por apegos ideológicos de larga data- me obsequió un inestimable ejemplar del libro Periodismo Merideño autoría de Don Pedro Nicolás Tablante Garrido, valioso docto apureño que se vino de las pampas apureñas para radicarse en Mérida con sus bártulos de cristiano irredento y cayado de pastor ortodoxo.

Quien lo haya conocido no le negará méritos como historiador fecundo y bibliófilo de prosapia. Escritor de meritísimo abolengo que hizo de la castiza lengua nuestra su aparejo de convicción porque leerlo era, un forzoso encuentro con el preciosismo del idioma latino en la justa dimensión de la palabra. Su libro Periodismo Merideño. Desde La Sierra (1910-1923) es merecido homenaje a Don Emilio Menotti Spósito, exquisito humanista merideño.

El autor llega a su biografiado desde la hondura de sus escritos que leyó con fruición. Al referirse al periódico La Sierra, dijo del Dr. Menotti: “lo fundó en 1910, cuando tenía 19 años de edad (..) muy pronto adquirió fama proporcional a la esfera elevada del fundador, llegó a distintas ciudades y lugares del país y también alcanzó otras naciones. Su contenido fue parcialmente aprovechado por otros periodistas, con no poca frecuencia”.

Don Carlos Felice Cardot, Académico de la Historia que vivió y cursó estudios universitarios en Mérida, trató de cerca a Don Emilio en los años 30 del pasado siglo, lo definía como “un hombre muy inteligente, sarcástico, escéptico, descuidado en el vestir, bondadoso (..) y muy amigo de sus amigos”, amén de añorar la vieja librería que antes en Barquisimeto y luego en Mérida, le permitían el recuerdo de su erudición temprana.

En la segunda semana del año, con su nieto Lenín repasamos en sus Obras Selectas y la causalidad no es infundada. Su nacimiento ocurrió el martes 13 de enero de 1891, justo hace 133 años. De su muerte, 60 años más tarde, se cumplirán 73 el próximo 27 de este mes, con lo cual refrendamos el título de esta entrega en homenaje a Don Emilio, a quien el Rector Pedro Guerra Fonseca llamó: “bohemio impenitente, humildemente útil”.

De formación integral y académica, no dejó de ser el hombre de pueblo, cercano a su gente, sin poses ostentosas. Recorrió todos los pueblos del interior, indagando, escudriñando, investigando y aportando sus conocimientos. Así hallamos su traza en el proemio de los Apuntes Estadísticos del Estado Guzmán, publicados por J.M. Jáuregui y que nos obsequiara con pulcra nota don Gustavo Amador López, en clara pasión por la mineralogía.  

Abogado, escritor, periodista, naturalista y poeta de fino plectro, Emilio Menotti Spósito desciende por línea materna de Jacinto Plaza, “aquel a quien llamaron El Padre de Los Pobres”, como reza su epitafio. Su emotiva nota biográfica “El Abuelo”, lo calca con pasmosa fidelidad. Esa filantropía del labriego trujillano se replica llana, monda y lironda en su nieto escritor, luego en el no menos célebre bienhechor Don Chuy Moreno y en el linaje que lo sigue.

La fecha natal es ocasión providencial para ir al descubrimiento de su obra inagotable y diversa, relegada de manera inexplicable al ostracismo de sus contemporáneos. Prefieren contemplarla de lejos porque, quizá, leerla con detenimiento implique que los alcance la férula inclemente de su verbo incisivo y diáfano pero comprometido con la verdad que supo desnudar desde su cualidad original la pacata “habitué” de la villa monacal andina. 





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