Como puede inferirse, los siete potajes no constituyen un solo plato. Se trata de diferentes comidas entre vegetales, pescado, dulces que se consumen en Semana Santa. Comer estos platillos constituye una tradición en los estados andinos venezolanos. Las familias asentadas en estas zonas sirven al rededor del mediodía del jueves santo una gran variedad de platos. Entre ellos: la chicha, el masato, el chunguete, los buñuelos, pasteles, empanadas, arepas de trigo y maíz, chocolate caliente, arvejas, caraotas, el chocheco, yuca, jugos naturales. Los siete potajes pueden variar según el estado donde se sirvan.