Mérida, Febrero Domingo 16, 2025, 01:58 am
Especial para Frontera digital
Osiris Martínez Leal, con más de cuarenta y tres
años de ejercicio periodístico en medios de comunicación impresos regionales y
nacionales, ha sido un periodista preocupado siempre por el bienestar de Coro y
de todo Falcón. Para él, el periodismo es un oficio que tiene como fin la
búsqueda exhaustiva de noticias que informen a la sociedad sobre su contexto
actual.
Osiris Martínez Leal enaltece su vocación
profesional desde la ética y la constancia de un laborioso hombre de la
comunicación que desde Coro Hoy ha sido ejemplo para las nuevas
generaciones de periodistas gracias a su visión futurista. Ha logrado
consolidar una plataforma comunicacional en su afán de ver una ciudad
enaltecida, próspera y desarrollada -no en ruinas, ni mucho menos mendigando
salvación- en tiempos de la historia contemporánea de un Falcón lleno de tantas
leyendas que pudiesen hacerse atractivas para el turismo intelectual y
académico. De eso se trata nuestro periodismo, que en la provincia es más
importante que nunca.
En Falcón la prensa data de 1843. En el trabajo de
investigación de Héctor Hidalgo, titulado La
Orientación de la Prensa Diaria en el Estado Falcón, el autor señala que “El diarismo regional, en sus inicios, se
caracterizó por la aparición de periódicos de circulación tan efímera, que
difícilmente sobrepasaban un año de labor continua”. Se refería a El Diario de Coro, La Tarde, Avance
Democrático y otros que vinieron a dar
lugar a la difusión diaria de medios en esta región. Hoy son muy pocos los que
sobreviven; y para que la opacidad informativa no quede en silencio absoluto,
este colega, paisano y amigo, sigue impulsando su proyecto periodístico de Coro
Hoy, que está cumpliendo treinta años,
muchos de ellos en formato impreso, y en digital después de la pandemia.
OOU: ¿Cuándo se inicia Osiris Martínez Leal en el
periodismo?
OML: Desde el año de 1977,
me inicié en el Diario Crítica de
Maracaibo en aquel edificio viejo, donde se imprimía ese medio, ya que
Rafael González estaba en la sala de redacción, y me fui familiarizando con la
redacción. En el sótano de ese edifico viejo estaban las rotativas, y de ahí me
quedé como montador de positivos. Un día me asignan como secretario de mesa de
redacción, ya que su director Pancho Acosta Flores le dice a Martínez Hidalgo
(+), que me mande a la calle. Me acuerdo de mi primera pauta, que era de
Protección al Consumidor, que quedaba en la avenida El Milagro; pero antes de
eso Martínez Hidalgo había sido director del diario Médanos de Punto Fijo, y viajaba todos los días durante nueve años
y me llevaba siempre. Recuerdo que el linotipista era Omar Azuaje y mientras él
escribía, yo me paseaba por el taller. Me inicié en Crítica con una columna que se denominaba “Poder Joven”, luego me
asignaron jefe de provincia y jefe de cable, y eso causó malestar entre los
colegas, y presenté mi renuncia.
Había sido
reconocido por la Cadena Capriles como uno de los mejores trabajadores. Me
condecoraron por orden de Miguel Ángel
Capriles, y la condecoración me la puso Diego Arria, que era Ministro de Comunicación en el edificio de la
Cadena Capriles en Caracas en la nueva sede. Pero El Vespertino era a todo color, y las fotos eran muy
amarillistas, y recuerdo que le dije a
don Miguel Ángel Capriles: “en la calle nos dicen sanguinarios”, y llama a un
señor de apellido Sánchez, y le pregunta cuántos ejemplares se están vendiendo
de El Vespertino que se editaba en
Maracaibo, y le dijo que El Vespertino
vendía 37.000 diarios, Panorama
54.000, Crítica 12.000. Entonces me
dijo: “yo no llevo ese periódico para mi casa, y el día que empiecen a bajar
las ventas le quito eso”. Entonces me dio a entender que a la gente le gustaba
ese tipo de medio.
Me ofrecieron
una beca y la rechacé. Me fui a Valencia y trabajé en El Carabobeño como diagramador, y me pasó algo: en ese periódico
estaba el periodista Ildemaro Aranguibel, que estaba en el regional, quien era
locutor y periodista. Él le dijo al director de El Carabobeño: “tremenda adquisición han hecho con Osiris Martínez
Leal”, bueno fíjate... yo trabajaba en El
Carabobeño, y de allí salía y ayudaba a diagramar en El Regional adonde estaba el colega Aranguibel, y luego me iba a mi
casa. Después me fui a trabajar al periódico Notitarde, y de allí me vine para Coro.
Recuerdo que a
mi papá le había dado un infarto, y comencé a laborar en el diario La Mañana con Virgilio Medina, quien era
Director, y como subdirector estaba Luis Alfonso Bueno. Felipe González era el
linotipista. Recuerdo que para esa época era más importante el linotipista que
el periódico, y uno le pasaba una maqueta en plomo y diagramaba en plomo, y
entonces ya estaba la rotativa, y le paso ya montada la página y me dice que no
va hacer eso. Le explico: “mira pero ya hay una rotativa”, y me dice que no
acepta eso. Entonces Atilio Yánez, el dueño le dice, “bueno, entonces estás
botado”, y así fue que aceptó la maqueta. Era difícil diagramar en plomo, pero
sí se podía, hasta intercalar y hacer diseño tipo balón.
OOU: ¿Puedes hablarnos de tu experiencia más
comprometida en torno a la información periodística?
OML: Bueno, estando en
Maracaibo en el periódico Crítica,
secuestran al hijo de Rodolfo Machado, quien era el propietario de las Águilas
del Zulia, y presidente del Banco de Fomento Regional Coro. Me toca ese caso, y
me mandan un reportero gráfico de Caracas, que había sido fotógrafo en la
Policía Técnica Judicial (PTJ), se llamaba Carlos González; y de Últimas Noticias enviaron a un reportero
gráfico de apellido Urbina, que era uno de los mejores. Estaba aquí en
Maracaibo el grupo Gato de la Policía
Técnica Judicial y González. Los conoce, y empieza a hablar con ellos, y les
saca algunos datos del secuestro. Recuerdo que ese grupo policial lo manejaba
aquel comisario Molina Gasperi.
Bueno, tiro la
noticia que era un tubazo en aquel tiempo, y el director me dice: “¿Estás
seguro de eso, de lo que pasó? Cuidado con una vaina”. Claro, ya habíamos
hablado con la gente de la Policía Técnica Judicial (PTJ) de Caracas, y este
reportero gráfico González tenía los datos, y sacamos la información del
secuestro y la muerte. Cuando llega Molina Gasperi a los dos días a Santa
Bárbara del Zulia a dar la rueda de prensa, pregunta quién es el periodista de
ese periódico Crítica y El Vespertino. Le digo que soy yo, y me
ha dado un codazo que me sacó el aire, y el reportero que lo conocía me dice:
“tranquilo, está molesto porque nos adelantamos a esa información”, y teníamos
los datos porque ese que mandaron de Caracas conocía a los policías, y les
sacaba toda la información que requeríamos.
OOU: ¿Cómo defines el periodismo falconiano? ¿Ha
dejado huellas?
OML: Hay muchas cosas que
decir. Sí, lo que pasa es que yo he estado en la diagramación y en la calle,
pero puedo decirte que tuvimos un verdadero ejemplo en José Guadalupe Polanco,
mejor conocido como Pepe Lupe. Él fue un periodista combativo de aquellas
campañas fuertes: “no pagues la luz, ni el agua, si fallan esos servicios”. Fue
quien hizo ese periodismo de denuncia, combativo, era un hombre de luchas y muy
querido por la población. Nos dejó una visión de ese periodismo que peleaba por
las mejoras de su gente. Ese era José Guadalupe Polanco, propietario de Radio
Coro, la que tenía su eslogan “la mensajera espiritual del pueblo”, con ese
periodista conocido cariñosamente como Pepe Lupe Polanco.
También dejó
huella el maestro Virgilio Medina en el diario La Mañana; Oscar Andara, quien estaba muy actualizado con el tema
político, y era muy audaz e innovador. Hay una anécdota de él una vez en el
diario El Falconiano: estaba de
guardia un fin de semana en el periódico y titula una noticia: “Incautadas
ricas manzanitas del Perú”, y el día lunes le preguntamos: “mira Oscar, ¿tú
probaste las manzanas? y ¿por qué dices que son ricas?
Y comenzamos con la nueva etapa de Coro Hoy en la plataforma digital, sin
ayuda económica de nadie, con muchas colaboraciones de amigos y colegas, entre
ellos Simón Petit, Orlando Oberto Urbina, Freddy Sánchez Naveda, Marbelia
Martínez Senior, Gonzalo Díaz Ollarves, Froilán Yánez y otros que colaboran, y
que me disculpen que no me acuerdo de todos, pero son muchos, y creo que
estamos haciendo un periodismo serio y responsable de avanzada, conformando un
equipo de redacción para seguir en este proyecto por muchos años más.
Actualmente Coro Hoy está celebrando sus treinta
años. Antes salía en impreso, y luego de la pandemia sale en digital. Es un
trabajo riguroso y muy encomiable que ha persistido en su labor de darle a
Falcón lo mejor, además de la imparcialidad con la cual ha abierto este medio;
con una pluralidad en el debate sincero por mejorar nuestra sociedad falconiana,
ya que aspiramos que, dentro de los próximos quinientos años a cumplir de
fundada la ciudad que fue raíz de Venezuela, pueda tener los mejores servicios
públicos y una excelente infraestructura que pueda recuperar las casas antiguas
que le han dado el título de Ciudad
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que podría perderse por causa de
la desidia existente.