Mérida, Julio Martes 15, 2025, 03:07 am
El Río de Letras: Resiliencia y
Testimonio en las Orillas del Chama
El Río de Letras y la Memoria del
Desborde: Ecos del Chama en la Conciencia Literaria
El pasado 24 de junio, el río Chama,
arteria vital de nuestra Mérida, desató su furia con una violencia devastadora.
Casas arrasadas, familias enteras sin hogar, mucho miedo ante el rugido furioso
de las aguas, son el crudo testimonio de una fuerza natural que nos recuerda
nuestra fragilidad. Ante la magnitud de esta tragedia, la búsqueda de significado
y consuelo nos lleva, casi instintivamente, a las palabras, a las historias que
hemos contado y leído a lo largo del tiempo. ¿Cómo puede la literatura, ese
vasto universo de relatos, ayudarnos a procesar el dolor, a encontrar la
resiliencia y a construir la memoria colectiva en estos momentos difíciles?
La naturaleza, en su magnificencia y
su capacidad destructiva, siempre ha sido un personaje central en la
literatura. Desde las lluvias torrenciales que sumergieron a Macondo en “Cien
años de soledad”, hasta las epopeyas que narran la lucha del hombre contra
elementos incontrolables, los escritores han intentado comprender y plasmar la
relación entre la humanidad y su entorno. El desborde del Chama no es solo un
fenómeno meteorológico; es un evento con resonancias míticas y humanas que ya
ha sido explorado en nuestra propia literatura.
El Vaho Implacable del Chama: Un Eco
en "Viaje al Amanecer"
Es precisamente en las páginas de
"Viaje al Amanecer" de Mariano Picón Salas, esa joya autobiográfica
que nos transporta a la Mérida de su infancia, donde encontramos un eco
conmovedor de la fuerza implacable del Chama. En el capítulo dedicado a
"Josefita", Picón Salas evoca la tragedia de Daniel, su novio, quien,
confiado en su "conocimiento de los vahos del río" y la fortaleza de
su caballo, intentó cruzar el Chama crecido. La naturaleza, sin embargo, dictó
su propia sentencia: "se lo llevó", escribe el autor con una
contundencia que estremece.
Este pasaje no es un mero adorno
literario; es un testimonio profundo de la relación, a menudo trágica, entre el
merideño y su río. Picón Salas nos recuerda que el Chama, más allá de su
belleza paisajística y su rol vital en la región, siempre ha poseído un poder
que exige respeto. La devastación reciente, resuena con este doloroso
precedente literario, evidenciando que el río no solo moldea el paisaje físico,
sino también el emocional y cultural de nuestra gente. La literatura, así, se
convierte en un espejo donde se reflejan las eternas batallas del hombre con su
entorno.
La Palabra como Refugio, Catarsis y
Puente hacia la Reconstrucción
Más allá de la comprensión histórica
y cultural, la literatura se erige como un refugio invaluable en momentos de
crisis. Cuando la realidad se desmorona, las palabras tienen el poder de ofrecer
consuelo, de articular el dolor inefable y de construir una memoria colectiva
necesaria para la sanación. La poesía, en su esencia más pura, emerge del alma
para capturar la esencia de la pérdida y la esperanza en unos pocos versos,
convirtiéndose en un bálsamo para el espíritu herido.
La crónica periodística y literaria,
por su parte, se transforma en un testimonio vital. Los relatos de los
afectados, de los equipos de rescate, de los voluntarios que se unen en
solidaridad, son en sí mismos una forma poderosa de narrativa. Estas historias,
que se cuentan boca a boca o se plasman en un reportaje, son el embrión de lo
que, con el tiempo, puede convertirse en literatura testimonial. Preservar
estas voces es fundamental para que la tragedia del Chama no sea solo una
estadística, sino una experiencia humana que se recuerda y de la que se debe
aprender.
Finalmente, la literatura también nos
inspira a la resiliencia. Hay innumerables obras que narran la capacidad del
espíritu humano para levantarse después de la caída, para encontrar la luz en
la oscuridad más profunda. Desde cuentos de superación hasta grandes novelas
que exploran la fortaleza de la comunidad, los libros nos recuerdan que, aunque
el río haya desbordado sus límites, la capacidad de reconstrucción y de
esperanza reside en nosotros. La lectura de estas narrativas nos ofrece
perspectivas de superación, solidaridad y la inquebrantable capacidad de la
comunidad para levantarse.
El desborde del río Chama es una
herida abierta en el corazón de Mérida. Pero así como las aguas eventualmente
retroceden, dejando al descubierto tanto la devastación como la posibilidad de
un nuevo comienzo, la literatura nos ofrece las herramientas para transitar
este dolor, para darle voz a la tragedia y para, finalmente, encontrar la
inspiración necesaria para la reconstrucción. En las orillas de este río, no
solo quedaron escombros, sino también historias por contar, lecciones por
aprender y una profunda necesidad de que las palabras nos guíen hacia adelante.
¿Qué historias crees que el Chama
está esperando que escribamos sobre él ahora?
La idea de que cada piedra, cada
árbol, cada camino que se perdió en la Vega de San Antonio , El Arenal, tiene
una historia, y que la literatura puede ayudar a evocar esas historias pérdidas
o a reimaginar el futuro del lugar.