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El Científico Falconiano Víctor Raúl Soto por Orlando Oberto Urbina

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El Científico Falconiano Víctor Raúl Soto por Orlando Oberto Urbina


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Miraca es un hermoso pueblo de gente trabajadora, como es toda Paraguaná. Frente a ellos está la inspiración y la fortaleza que inspiran al majestuoso cerro Santa Ana, que deja su mirada de protección a la Península.

Allí nació un personaje que logró estudiar los primeros años en la población de Baraived, que está a unos cuantos kilómetros de Miraca. Luego, culminó su primaria en Pueblo Nuevo de Paraguaná, y prosiguió sus estudios en el Colegio José María Baralt de Curazao, donde pasó cuatro años. Se gradúa de bachiller en filosofía en el Liceo Federal de la ciudad de Coro en (1900) que era regentado por Luis Ezpelosín. En la Universidad Central de Venezuela egresa como Médico Cirujano en 1906, por lo cual se gana el interno por concurso en el Hospital Vargas.

En ese Instituto va a trabajar al lado del sabio Trujillano Rafael Rangel el cual cosechan una amistad y en dicha investigación descubre la bilharziosis (Schistosiomasis Mansoni) en la cual identifica el huevo con espolón lateral característico del parásito causante de la enfermedad y sus variadas manifestaciones, especialmente en el sistema digestivo y cardiovascular.

Este ilustre científico ejerció su carrera un tiempo en Miraca, Maracaibo y algunas poblaciones andinas, como Betijoque; en la cual continúo sus investigaciones y experiencias, en compañía del sabio Rafael Rangel y de su condiscípulo, el también médico Guillermo Cook.

El resultado de esas investigaciones fue el esclarecimiento de la causa de diversas afecciones propias de las zonas donde estuvo laborando, en dichas regiones. Entre esas afecciones, encontró una que vulgarmente se llama “el grito del chivo” que muy frecuentemente se da en los campos y poblados de Falcón. Este científico falconiano llamado Víctor Raúl Soto residió por un tiempo en su amada Paraguaná. En 1914, estableció en la ciudad mariana de Coro un consultorio donde prosiguió sus trabajos de investigación y levantó un laboratorio que se desempeñaba adjunto al hospital de Coro. Este galeno era un hombre dedicado a sus estudios médicos, entre ellos las diarreas y disenterías de pacientes que llegaban al hospital. En eso, descubrió este parásito llamado “Schistosoma Manzoni”, agente productor de la Bilharzia desarrollada principalmente en los estados Aragua, Miranda, Carabobo, Vargas y la parte norte del estado Guárico. Este proyecto del científico Víctor Raúl Soto se hizo posible en colaboración con su amigo de siempre, el gran sabio Rafael Rangel. Ellos hicieron un gran equipo de investigación. Al tratar de determinar “la disentería en Caracas “, Soto va a dedicar su trabajo a su maestro de las ciencias médicas, como fue el Dr. Ortiz, quien contribuyó para animarle a recibir el título de doctor en ciencias médicas en el mes de noviembre de 1906.

El doctor Pablo Acosta Ortiz fue un destacado hombre de las ciencias de la salud, a quien llamaban en ese entonces “El mago del bisturí”, oriundo de Barquisimeto estado Lara.

Prosigamos con la trayectoria del doctor Víctor Raúl Soto, un paraguanero que se hizo científico en cuánto al esfuerzo y estímulo de su familia. Para ese entonces, las dificultades eran adversas, pero logró superarlas y continuar adelante. Hoy es meritorio reconocer esa loable labor investigativa que fue de gran ayuda a la población venezolana que padecía de ese parásito mortal.

En esos tiempos, era notable la preocupación de los gobiernos, como debe ser dentro de las funciones públicas, para servir al tan necesitado soberano. Hoy, sigue padeciendo la gente el tema de la salud en estos tiempos de visible orfandad.

Gracias a este ilustre médico falconiano se va a dar una respuesta a lo que muchos han escrito sobre esas pandemias y parásitos que azotaban a Venezuela en esos tiempos de caudillos y montoneras.

En 1907 se trasladan a París Víctor Raúl Soto y Rafael Rangel para estudiar Bacteriología y Cirugía en el prestigioso Instituto Luis Pasteur, para luego proseguir estudios en la ciudad de Nueva York, y regresar a Venezuela a instalarse entre Coro y Paraguaná hasta 1914. Víctor Raúl Soto logró publicar “Apuntes para la geografía médica del estado Falcón”, “Notas sobre la disentería en Coro” y “Fauna médica del estado Falcón”. Se señala que poseía una extraordinaria habilidad para realizar los actos quirúrgicos con una destreza en sus dos manos, por lo  cual era muy solicitado en la especialidad de obstetra, y catalogado por compañeros y amigos como: “una persona modesta” y “virtuoso hombre de ciencias”.

El destacado médico Víctor Raúl Soto falleció en Coro, afectado de una enfermedad de los riñones, el 3 de Marzo de 1935. Ese día dejó de existir esta importante figura venezolana. En Miraca, su pueblo natal, existe un busto como un reconocimiento a su loable labor, así como en la ciudad de Punto Fijo, donde hay un liceo que lleva su epónimo. 





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