Mérida, Marzo Martes 18, 2025, 02:44 am
Miraca es un hermoso pueblo de gente trabajadora, como
es toda Paraguaná. Frente a ellos está la inspiración y la fortaleza que
inspiran al majestuoso cerro Santa Ana, que deja su mirada de protección a la Península.
Allí nació un personaje que logró estudiar los
primeros años en la población de Baraived, que está a unos cuantos kilómetros
de Miraca. Luego, culminó su primaria en Pueblo Nuevo de Paraguaná, y prosiguió
sus estudios en el Colegio José María Baralt de Curazao, donde pasó cuatro
años. Se gradúa de bachiller en filosofía en el Liceo Federal de la ciudad de
Coro en (1900) que era regentado por Luis Ezpelosín. En la Universidad Central
de Venezuela egresa como Médico Cirujano en 1906, por lo cual se gana el
interno por concurso en el Hospital Vargas.
En ese Instituto va a trabajar al lado del sabio
Trujillano Rafael Rangel el cual cosechan una amistad y en dicha investigación
descubre la bilharziosis (Schistosiomasis Mansoni) en la cual identifica el
huevo con espolón lateral característico del parásito causante de la enfermedad
y sus variadas manifestaciones, especialmente en el sistema digestivo y cardiovascular.
Este ilustre científico ejerció su carrera un tiempo
en Miraca, Maracaibo y algunas poblaciones andinas, como Betijoque; en la cual
continúo sus investigaciones y experiencias, en compañía del sabio Rafael
Rangel y de su condiscípulo, el también médico Guillermo Cook.
El resultado de esas investigaciones fue el
esclarecimiento de la causa de diversas afecciones propias de las zonas donde
estuvo laborando, en dichas regiones. Entre esas afecciones, encontró una que
vulgarmente se llama “el grito del chivo” que muy frecuentemente se da en los
campos y poblados de Falcón. Este científico falconiano llamado Víctor Raúl
Soto residió por un tiempo en su amada Paraguaná. En 1914, estableció en la
ciudad mariana de Coro un consultorio donde prosiguió sus trabajos de investigación
y levantó un laboratorio que se desempeñaba adjunto al hospital de Coro. Este
galeno era un hombre dedicado a sus estudios médicos, entre ellos las diarreas
y disenterías de pacientes que llegaban al hospital. En eso, descubrió este
parásito llamado “Schistosoma Manzoni”, agente productor de la Bilharzia
desarrollada principalmente en los estados Aragua, Miranda, Carabobo, Vargas y
la parte norte del estado Guárico. Este proyecto del científico Víctor Raúl
Soto se hizo posible en colaboración con su amigo de siempre, el gran sabio
Rafael Rangel. Ellos hicieron un gran equipo de investigación. Al tratar de
determinar “la disentería en Caracas “, Soto va a dedicar su trabajo a su
maestro de las ciencias médicas, como fue el Dr. Ortiz, quien contribuyó para
animarle a recibir el título de doctor en ciencias médicas en el mes de
noviembre de 1906.
El doctor Pablo Acosta Ortiz fue un destacado hombre
de las ciencias de la salud, a quien llamaban en ese entonces “El mago del
bisturí”, oriundo de Barquisimeto estado Lara.
Prosigamos con la trayectoria del doctor Víctor Raúl
Soto, un paraguanero que se hizo científico en cuánto al esfuerzo y estímulo de
su familia. Para ese entonces, las dificultades eran adversas, pero logró superarlas
y continuar adelante. Hoy es meritorio reconocer esa loable labor investigativa
que fue de gran ayuda a la población venezolana que padecía de ese parásito
mortal.
En esos tiempos, era notable la preocupación de los
gobiernos, como debe ser dentro de las funciones públicas, para servir al tan
necesitado soberano. Hoy, sigue
padeciendo la gente el tema de la salud en estos tiempos de visible orfandad.
Gracias a este ilustre médico falconiano se va a dar
una respuesta a lo que muchos han escrito sobre esas pandemias y parásitos que
azotaban a Venezuela en esos tiempos de caudillos y montoneras.
En 1907 se trasladan a París Víctor Raúl Soto y Rafael
Rangel para estudiar Bacteriología y Cirugía en el prestigioso Instituto Luis
Pasteur, para luego proseguir estudios en la ciudad de Nueva York, y regresar a
Venezuela a instalarse entre Coro y Paraguaná hasta 1914. Víctor Raúl Soto
logró publicar “Apuntes para la geografía médica del estado Falcón”, “Notas
sobre la disentería en Coro” y “Fauna médica del estado Falcón”. Se señala que
poseía una extraordinaria habilidad para realizar los actos quirúrgicos con una
destreza en sus dos manos, por lo cual
era muy solicitado en la especialidad de obstetra, y catalogado por compañeros
y amigos como: “una persona modesta” y “virtuoso hombre de ciencias”.
El destacado médico Víctor Raúl Soto falleció en Coro,
afectado de una enfermedad de los riñones, el 3 de Marzo de 1935. Ese día dejó
de existir esta importante figura venezolana. En Miraca, su pueblo natal,
existe un busto como un reconocimiento a su loable labor, así como en la ciudad
de Punto Fijo, donde hay un liceo que lleva su epónimo.