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Orlando Chirinos: narrador original de viajes y caminos por Orlando Oberto Urbina

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Orlando Chirinos: narrador original de viajes y caminos por Orlando Oberto Urbina


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Orlando Chirinos fue un extraordinario narrador venezolano nacido en Maracaibo en 1944 en el estado Zulia, pero desde pequeño se crió entre Curimagua, municipio Petit, perteneciente a la Sierra de Coro y Punto Fijo, Península de Paraguaná, estado Falcón. Siendo conocedor de la geografía de sus orígenes, Chirinos nos lleva a comprender de qué está hecha la constancia y permanencia de sus palabras que tienen el sello espiritual y emotivo de esa particularidad lúdica que van experimentando sus personajes en cada narración.

De padres falconianos, seguramente saco ese carácter que va estampado en cada metáfora del viaje, y de los caminos que llevaban sus narraciones en un lenguaje sencillo, lleno de muchas anécdotas cimentadas desde las carencias, o desde la ausencia de lugar.

Aunque siempre volvía a su destino, a su terruño y a sus vivencias, en uno de sus cuentos rememora a sus viejos amigos y parientes como Mano Billo, Polito Acosta Blanco y Diego Nicolás Chirinos, hombres de travesía falconiana, llenos de una gran historia, con diferentes características, pero venidos desde el mismo lugar con diversos oficios. En Orlando Chirinos hay una narrativa que nos va develando ese lenguaje muy particular del falconiano, del trajinar de su historia, su identidad caribeña y de la sierra que va tejiendo este escritor a través de sus imágenes, su paisaje y sus seres –ajenos a cualquier territorio común- que parecen sacados del baúl guardado en el cuarto de los santos, desde ese topos al que siempre vuelven, y desde donde traspapela las palabras para llevarnos al fondo de relatos muy bien estructurados y narrados con una gran elegancia, y con la estética de ver el barro convertido en sentimiento.

Orlando Chirinos, además del oficio de escritor, trabajó como controlador aéreo. Se había titulado como licenciado en Educación, y magíster en Literatura. Fue profesor de la Universidad de Carabobo. En alguna oportunidad llegó a afirmar: “no escribo para ser reconocido, sino para ser querido”, y siempre lo quisimos sus amigos, familia y paisanos. Fue reconocido y apreciado en el país, y también fuera de Venezuela. También entre sus palabras solía decir -como cualquier ser humano humilde y sencillo- que nunca se había creído el cuento de ser escritor. Nunca le gustó ese estereotipo, ni le gustaba ese ser de vida exquisita. Orlando era un profesor y escritor muy modesto. Los mensajes y felicitaciones que recibía no le trasnochaban, pese a haberse ganado la I bienal de Literatura “Alfredo Armas Alfonso” en 1982, y el primer premio del Concurso de Cuentos del Diario El Nacional en 1983; el Premio Municipal de Literatura, Mención Narrativa, del Concejo Municipal del Distrito Federal (en 1984 y 1997). También se hizo acreedor de una mención en el Concurso de Cuentos Premio Juan Rulfo en 1987.

Orlando Chirinos, además de haber merecido diversos premios literarios, fue autor de más de 12 libros; entre ellos: Últimas Luna en la Piel (1979), Oculta memoria del ángel (1985), Pájaros de mayo, su trueno verde (1989), Adiós gente del Sur (1991), En virtud de los favores recibidos (1987), Mercurio y Otros Metales (1997), Parte de guerra (1998), y Los días mayores (2005).

Su amigo y escritor falconiano Rafael José Alfonzo, también reconocido por sus méritos y reconocimientos nacionales e internacionales, ganador de una cantidad de concursos y considerado uno de los mejores ensayistas del país,  publicó un ensayo en la Revista “Abran Paso”, del  editor y amigo -ya fallecido- Carlos Martínez Bueno (Penco) sobre “Mercurio y otros Metales”, donde señala que ese conjunto de relatos, del cual había comenzado a cuestionar las dimensiones tanto de la historia como del discurso para expresar su dinamismo, y el proceso escritural que el lector va descubriendo progresivamente en la relación dialógica con el texto.

En la obra de Orlando Chirinos nos encontramos con un narrador que tiene una capacidad de llevarnos desde la fábula hasta la originalidad de su narrativa. En sus narraciones, este escritor tiene una novela como en “Virtud de los favores recibidos”, así como el libro de relatos “Mercurio y otros metales” además de sus otros libros ya mencionados.

Orlando Chirinos se residenció en Valencia, estado Carabobo, en 1980, cuando egresó como Licenciado en Educación, mención Literatura de la Universidad de Carabobo, en la que ejerció la docencia por muchos años.

Algunos de sus relatos aparecen en selecciones tales como 35 cuentistas contemporáneos venezolanos (Yugoslavia, 1985), en Anthologie de la nouvelle Latino-Americaine (Francia, 1991), y en Narrativa venezolana attuale (Roma, 1995). Escribió durante muchos años para los diarios El Nacional, El Carabobeño, Diario de Caracas, y para la Revista Nacional de Cultura, la revista Imagen, la revista mexicana El Cuento, y Casa de las Américas. Formó parte del comité de redacción de la revista Zona Tórrida.

Orlando Chirinos fue un excelente narrador y novelista que fue invitado a participar en la Cátedra José Antonio Ramos Sucre de la Universidad de Salamanca (España, 2000 y 2006). Igualmente, fue coordinador de talleres literarios, así como profesor de posgrado en el Núcleo Rafael Rangel de la Universidad de los Andes (estado Trujillo), y de la Universidad  Pedagógica Experimental Libertador, en Maracay (estado Aragua). 

Este insigne escritor que conocimos en Coro era un ser sencillo que siempre buscó a sus amigos entre aquellos descendientes de la población de Curimagua y de la Sierra de Falcón, así como de Paraguaná. Su residencia en Valencia no le hizo olvidar su origen, y en una entrevista realizada por el periodista Rafael Simón Hurtado en 2010, le expresó: “Creo que un escritor se debe a la vida”, y en 2017 fue homenajeado en la Universidad de Carabobo, donde se le otorgó el botón de honor de la Feria Internacional del Libro (Filuc) de esa casa de estudios, como un “reconocimiento institucional a su sostenido oficio narrativo”.

Murió en la madrugada del domingo 13 de Junio de 2021 en Valencia a la edad de 76 años. Según algunas informaciones, su deceso se produjo debido a un ACV hemorrágico.

Su escritura era de “peligrosa calidad”, como lo señaló el crítico Luis Barrera Linares, Orlando Chirinos confesaba que prefería estar más atento a la vida que a la literatura. Por ello, su escritura desenmascaraba la realidad para producir un estallido en los bordes del discurso literario. Ése era el narrador original de Viajes y caminos.





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