Mérida, Octubre Domingo 13, 2024, 01:26 am
Claudia Sheinbaum, del izquierdista partido Morena, juró este martes ante el Congreso como la primera presidenta de México con la promesa de que se respetarán las libertades y las inversiones privadas.
La sede legislativa retronó en un «presidenta, presidenta» en el momento en que Sheinbaum, de 62 años de edad, prometió respetar la Constitución de México y «desempeñar leal y patrióticamente el cargo, mirando en todo por el bien y prosperidad».
«Por primera vez llegamos las mujeres a conducir los destinos de nuestra hermosa nación», dijo la exalcaldesa de Ciudad de México (2018-2023), que asumió el poder en el país de habla hispana más poblado del mundo en presencia de numerosos dignatarios extranjeros, como el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden.
«¡Por el bien de todos, primero los pobres!», proclamó retomando el lema del expresidente, quien creó numerosos programas de ayuda económica para distintos sectores.
La ceremonia se llevó a cabo ante los senadores y diputados reunidos en sesión de Congreso, donde tanto el expresidente Andrés Manuel López Obrador como Sheinbaum fueron recibidos por un multitudinario festejo de los legisladores oficialistas, que controlan ambas cámaras.
Destacó la ausencia del rey Felipe VI de España, a quien Sheinbaum rechazó invitar acusándolo de negarse a reconocer el daño causado a los pueblos originarios por la colonización. Madrid rechazó tener representación alguna a manera de protesta.
Desde temprano, una multitud salió a las calles para saludar en el recorrido de los mandatarios entrante y saliente, mientras que otros se reunieron en el Zócalo (plaza central) esperando la llegada de la nueva presidenta.
«Todo lo que nos está mencionando va a traer beneficios para todos los mexicanos», dijo a la AFP Osvaldo Velazco, de 50 años de edad, empleado del seguro social y quien llegó hasta el Congreso con su esposa y sus dos hijos.
«En nuestro gobierno garantizaremos todas las libertades, quien quiera que diga que habrá autoritarismo, estará mintiendo», dijo la flamante mandataria tras asumir.
El mandato único de seis años de Sheinbaum, de formación científica, se inicia bajo la sombra de una controvertida reforma al Poder Judicial impulsada por López Obrador para que jueces y magistrados sean electos por voto popular, modelo único en el mundo.
Estados Unidos, el mayor socio de México, criticó la reforma diciendo que representa un «riesgo» y una «amenaza» para la relación entre los dos países.
«Tengan la certeza que las inversiones de accionistas nacionales y extranjeros estarán seguras en nuestro país», añadió la presidenta buscando amainar preocupaciones.
Sostuvo que como parte del tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, el T-MEC, se buscará la relocalización de empresas en México. «No competimos, nos complementamos», señaló.
Aseguró que el Banco de México mantendrá su autonomía, que la política fiscal será responsable y que habrá una proporción razonable entre deuda y producto interno bruto.
Sobre la amplia y a veces espinosa relación bilateral con Estados Unidos, expertos confían en que mantendrá buenas relaciones con quien gane las elecciones estadounidenses de noviembre próximo, especialmente si es la demócrata Kamala Harris.
Aunque María Fernanda Bozmoski, subdirectora del centro Adrienne Arsht para América Latina, estima que se mantendrá «cierta tensión y fricción», especialmente en torno a la migración.
Otro desafío mayúsculo es la vorágine de violencia ligada al narcotráfico en medio de la cual se registran más de 450.000 asesinatos en el país desde finales de 2006.
La presidenta afirmó que no volverá la «guerra» contra el narcotráfico, sino que mantendrá la estrategia de López Obrador de combatir las causas mediante programas sociales para jóvenes a fin de que eviten ser reclutados por la criminalidad.
Dijo sin embargo que se reforzarán las tareas de inteligencia e investigación y se fortalecerá a la Guardia Nacional, que pasó al control del Ejército en medio de criticas de opositores, defensores de derechos humanos y hasta de Naciones Unidas.
«Será una versión modificada del ‘abrazos no balazos’ (de López Obrador) que dependerá más de la inteligencia, estrategia que fue «muy exitosa» cuando fue alcaldesa, estimó la profesora Pamela Starr, especialista en México de la Universidad del Sur de California.
Sheinbaum llega al poder con aprobación superior a 70%, según estudio de la cadena Milenio, un par de puntos más arriba que su antecesor.
La presidenta reiteró que ha quedado atrás el «fracasado modelo neoliberal y el régimen de corrupción y privilegios» y prometió profundizar el proyecto de su predecesor.
Se espera que la jefa de Estado pronuncie por la tarde un discurso ante miles de seguidores, luego de lo cual cenará con los dignatarios extranjeros invitados.