Mérida, Diciembre Domingo 01, 2024, 02:30 pm
Cuando escucharnos este nombre muchos con gran fortuna
nos remitimos al recuerdo de lecturas de cuentos infantiles de algún lejano
lugar, donde el agrado y la sorpresa se mezclaban con las sonrisas. Hoy en 2024
hablar de literatura infantil se ha convertido en un gran desafío por definirlo
de alguna manera decente y digna. La literatura infantil ha sufrido muchos
cambios que se unen a las grandes y diferentes atracciones que ahora los
pequeños de la generación alfa tienen en plena disposición. Los niños nacidos a
partir de 2010 han desarrollado tantas aventuras como las de Pulgarcito, pero
en una era digital autónoma con historias muy afortunadas y otras
desafortunadas.
Con asombro observo cada vez que un padre o una madre
deja a su hijo al cuidado de un aparato digital inteligente. Es mucho mejor
dejar que se vaya a ese mundo que acompañar y sentir la fuerza y la
responsabilidad de ser padres. Los nuevos tiempos ahora marcan un preámbulo --la
desvergüenza del llanto infantil. Esa forma de comunicación pura y natural ha
sido eliminada por los mismos padres o madres que no quieren escuchar a sus
hijos y que no quieres que los demás los escuchen, esos pequeños ya no tienen
la oportunidad que Pulgarcito tuvo al ir a la oreja de ese gran caballo.
Ahora los niños se quedan allí en silencio mirando
figuras y figuras animadas con muchos colores, muchos colores con diversas
voces, gestos, movimientos que por suerte son inofensivos entre unas gigantes y
escandalosas comillas. Así escucho a los padres y madres diciendo, él o ella
está en la era digital, los tiempos cambian y ellos deben adaptarse. Sonrió por
cordialidad. Luego encuentro noticias abrumadoras y desafortunadas como aquella
que indicaba el suicidio de un niño de tan solo 15 años porque su asistente de
inteligencia artificial le sugirió “creo estamos preparados para llevar esta
relación a otro nivel”, o leer que una niña de tan solo 12 años de edad, fue
descubierta tratando de inhalar alcaloides o alucinógenos. Los detalles ya los
conocen y se remiten a lo siguiente ninguna estrategia de autonomía digital
funciona sin supervisión, coordinación y cooperación de una mente superior de
una mente que tenga la belleza de la comprensión del aquí y el ahora.
Hoy todo debemos ser conscientes como padres y madres que
nuestros Pulgarcitos o Pulgarcitas están siendo educados por algoritmos que no
sienten y no viven son producto de lo que aprendimos a usar como lápiz en el
papel. Las tecnologías digitales han permitido en la actualidad del siglo XXI
grandes avances para el apoyo de la sociedad, no obstante, aunque el tiempo es
único y somos una única y exclusiva persona los Pulgarcitos o Pulgarcitas
crecen en la indefensión de lo digital.
La experiencia dicta que el viejo ya se dañó el joven se
está formando, pero el pequeño solo crece, la coordinación entre la vida real y
realidad virtual cobran profundo significado cuando ya no se está. Es tremendo
el desafío también veo padres y madres cansadas, y padres y madres con exceso
de premios y melosidad hacia sus hijos se entiende los nuevos tiempos y la
crianza democrática, pero alguna vez se han preguntado porque encontramos
tantos ancianos en los aeropuertos del mundo y por qué ellos no se preocupan
por su vejez, o por qué dejan de trabajar cuando avanzan en su edad adulta
mayor, pues criaron a sus hijos. La piedad filial es solo eso respeto y
atención recíproca. Cada gota calma la sed y cada semilla cosecha abundancia.
Con cariño para todos quienes estamos aprendiendo y viviendo ser padres y
madres en la era digital.