Mérida, Abril Lunes 21, 2025, 04:10 am
Nos
referimos a un escritor merideño muy poco conocido que se enfrentó al gobierno
dictatorial del benemérito Juan
Vicente Gómez, oriundo de Mucuchíes y de la aldea Misintá. Un hombre rebelde y
con carácter severo que se atrevió a describir en su novela Lugareña la historia del muchacho que
regresa a su terruño después de un largo periodo, y conoce a una mujer en ese
lugar que va a inspirar una historia sentimental y llena de aventuras.
Pedro
María Parra (1870-1945) hace sus estudios de la primaria en Mucuchíes y luego
debe ir a la Grita a finalizar el bachillerato en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús. Luego se incorpora a la Universidad
de los Andes para cursar estudios de Derecho. Se señala que Parra, en Abril de
1894, se va a dedicar a un cargo público como Secretario General del Tribunal
Supremo de Justicia hasta el año 1896. Termina su carrera universitaria, y se
incorpora a hacer política, en la que se
estrena como Secretario General del Gran Estado de los Andes que presidió para
ese entonces el General Esteban Chalbaud Cardona. Después va a desempeñarse
como presidente de la Corte Federal y de Casación.
Se
va a ejercer el cargo de diputado de la Asamblea Legislativa de Gobierno del
Estado Mérida, propuesto por el General Esteban Chalbaud Cardona. en 1903,
escribió su novela Lugareña, que fue
publicada en 1908, y es una de las obras literarias más conocidas de su
producción intelectual, la cual tiene que ver con la vida del páramo. En dicha
novela se vislumbran la vida del campo y urbana. Rubén, quien está de regreso a
su pueblo Mucuchíes por las vacaciones, se va a encontrar con una joven que lo
va a cautivar por su belleza e inteligencia. Rubén se enamora de la muchacha
que se llama Clara, quien es la lugareña. Ese amor es aprobado por los padres,
pero, Rubén debe marcharse a terminar sus estudios en la capital de la ciudad
de Caracas, lo que hace cambiar totalmente el destino de ambos.
Es
la vida de un joven que se va a olvidar de su lugar, y es consumido entre la
bohemia y los vicios. Al tiempo se va a olvidar de su familia, y va a perder
ese amor que dejó en su lugar de origen. La vida de Clara va a transcurrir
entre la soledad y el amor en una espera desoladora en el páramo merideño. Rubén deja sus estudios, y se incorpora a la
revolución, busca obtener fama y riqueza, pero sólo obtiene un simple cargo de
empleado público y va a reconocer que lo que vale en los espacios oficiales es
la adulación, y no el mérito de las personas. Clara en aquella ilusión se va a
visitar al padre de Rubén, y en esa visita el padre le habla de su hijo y le
muestra unas cartas. En una de esas líneas, Rubén le indica a su padre que no
se casará con la muchacha que conoció en Misintá.
Sin embargo, Rubén va a volver, y encuentra a
una Clara diferente y olvidada, inducida directamente a la locura, el desamor y
el olvido. Escribe esa historia desde esta narrativa donde podría encontrase
uno con muchas mujeres enloquecidas del páramo merideño. Por ejemplo, el tránsito de las Blasas Rivas y Ramírez, como
lo indica en su novela El Sendero de las
Blasas la escritora Karelyn Buenaño. En esta novela se indaga sobre la vida
de dos mujeres del páramo, como la María Blasa de Chachopo, y la María Blasa de Escaguey, quienes también
perdieron la razón y la memoria por culpa del amor y el desencuentro. Tal vez
el gran poeta Andrés Eloy Blanco pudo haber conocido la historia tan cercana de
estas mujeres, al vivir confinado en Timotes.
Volviendo
a la obra intelectual de Pedro María Parra, es un escritor del páramo Merideño,
actualmente dejado en el olvido, y del que apenas se menciona su novela Lugareña, pero dejo otras obras tan
merecedoras y que deben ser estudiadas, tanto por la crítica como en la
educación actual, lo que representa un reconocimiento a la identidad.
Pedro
maría Parra es un estudioso de la educación que va a generar una filosofía acerca
de la importancia formativa de las generaciones venideras, como en sus obras: La Educación de los Hijos en el Hogar (1927), La Educación en la Voluntad (1927), Gramíneas del Páramo (1929), Tres
Cartas a un Educando (1929), La
Biblia Social (1936), La Escuela (1936),
El Labrador y el Banquero (1936), entre
otros.
Este
escritor pedagogo y filósofo va a ser fiel a sus coterráneos a su tierra: en
sus escritos hay esencia de la discusión sobre los estratos sociales, así como la
importancia de la educación, y el claro rechazo a la adulación al gobernante
quien es en realidad un servidor, y que muchas veces se ha creído el rey de la
Comarca.
En
Pedro María Parra se va a dar un exilio obligado al enfrentarse al General juan
Vicente Gómez, quien lo obliga a salir de su país por sus ideas y su lucha
contra la dictadura.
En
su condición de exiliado, en su novela Lugareña
van unas líneas llenas de mucho sentido de la identidad:
“De pies sobre la playa extranjera,
playa a donde me han arrojado el aluvión político y el ensañamiento del tirano
de mi patria; a las orillas del Caribe he cabalgado en furtiva y doliente
peregrinación para salvar mi libertad y mi vida” (Parra, 1913:10).
Ahora
en Pedro María Parra, su corazón es un lugar siempre florido en el páramo merideño.
Cuando se deja la Comarca -el lugar de origen-, uno va perdiendo amores
cotidianos como la casa, el río y el páramo, por lo que al volver se va
rescatando todo el sentimiento de la tierra amada. Porque allí está la herencia
de aguas lejanas de rumor de frailejones y de neblina encantada, nacida desde
el vientre de ese páramo al que le duele la lejanía del paisano hombre de
letras.
Este
escritor merideño fue un periodista y escritor que combatió al General Juan
Vicente Gómez, además de ser profesor de la Universidad de los Andes. Con su
novela y su obra intelectual, va a demostrar su potencial crítico. Una de sus
últimas obras es Venezuela Oprimida.