Mérida, Abril Martes 22, 2025, 02:46 pm
El bebé más esperado del Reino Unido, «Baby Sussex», ya está aquí. Meghan Markle (37 años) había salido de cuentas hace una semana y el país comenzaba a impacientarse y hacer cábalas sobre cuándo llegaría el parto. Unos se afanaban en analizar con lupa la agenda oficial del recién estrenado papá, el Príncipe Harry (34 años), mientras que otros se entretenían contemplando el trasiego de vehículos en las inmediaciones de la residencia de la pareja, Frogmore Cottage, en Windsor, tratando de detectar alguna ambulancia o la llegada de un equipo médico. Los largos días de espera, incertidumbre y especulación llegaron a su fin. A las 05.26 de la mañana (hora local), justo en el minuto en el que amanecía en Windsor, nacía el primer hijo de los Duques de Sussex, un varón que pesó 3,260 kilos. El pálpito de las casas de apuestas, el 70% de los participantes apuntaban a que sería niña y se llamaría Diana, no estuvo acertado esta vez y más de uno se llevó una decepción al conocer que era un niño.
Como es
costumbre en la Familia Real británica, de momento no se conoce el
nombre que recibirá –hasta un mes tardaron en anunciarlo cuando en 1948
nació el Príncipe Carlos–. Habrá que aguardar también unos días para
contemplar la cara del retoño y empezar a buscar parecido físico con sus
progenitores. Los
Duques de Sussex ya anunciaron semanas atrás que no habría posado con
su bebé en las horas inmediatamente posteriores al parto,
rompiendo con la tradición que ha imperado en la Casa Windsor con la
llegada de otros bebés, como los tres hijos de los Duques de Cambridge
(Jorge, Carlota y Luis). En aquellas tres ocasiones, el aspecto lozano y
sonriente de Catalina de Cambridge asombró al mundo. Meghan, muy al
contrario, ha decidido hacer las cosas a su manera y no regalará esa
imagen. Al
parecer se realizará una sesión de fotos privada en Windsor a cargo de
un fotógrafo de confianza de los Duques de Sussex. Las imágenes serán
posteriormente distribuidas a la prensa, tal y como sucedió en el posado
oficial de la pareja los días previos a su boda, de la que el próximo
19 de mayo se cumple el primer aniversario Quien sí
compareció ayer ante los medios fue el ya no tan díscolo Harry. El niño
que se granjeó el cariño de los ingleses con sus travesuras y alguna que
otra salida de tono, apareció ayer visiblemente emocionado frente al
castillo de Windsor. Con la voz entrecortada y los ojos brillantes, afirmó «estar en la luna». «Es
maravilloso, estoy absolutamente encantado. Estamos muy agradecidos por
todo el cariño y el apoyo que nos han mostrado. Ha sido la experiencia
más increíble. Jamás habría podido imaginar cómo lo hacen las mujeres.
Lo que hacen es incomprensible. Estoy increíblemente orgulloso de mi
mujer», comentó algo nervioso. «No he estado en muchos nacimientos, este es el primero, pero fue increíble. Cada
padre y madre dirá que su bebé es absolutamente maravilloso, pero esta
pequeña cosa es para morirse. Estoy en la luna», confesó ante una nube
de cámaras y los omnipresentes royal fans ataviados con todo tipo de
indumentaria desde banderas a globos con forma de bebés y carritos. Séptimo en la línea de sucesión al Trono, el pequeño en principio no ostentará cargo principesco alguno,
a menos que la Reina Isabel II decida lo contrario. El título que
probablemente llevará, si es que los padres así lo desean, será el de
Conde de Dumbarton. Pese a que Meghan Markle, nacida en Los Ángeles (California), aún está tramitando la nacionalidad británica, su retoño se convierte automáticamente en ciudadano del Reino Unido y es el primero en la historia de la Casa Real británica que podría optar a la nacionalidad estadounidense. También es el primer miembro birracial de la familia. En las últimas semanas, Frogmore Cottage,
residencia de los Duques de Sussex, se ha adaptado a la llegada del
nuevo miembro de los Windsor. La casa, recientemente rehabilitada bajo
los principios «eco-friendy» (la reforma ha sido valorada en más de 3 millones de euros), tiene cinco habitaciones con baño, varios salones, gimnasio, jardín y huerto. Además, se ha abierto un espacio propio para Doria Ragland,
abuela materna, quien llegó a Londres el 16 de abril para estar
presente en el parto de su hija y establecerse con los Duques de Sussex
durante las primeras semanas de la crianza. Según informaba «The Sun on
Sunday», Ragland, que se gana la vida como profesora de yoga
(práctica que Meghan Markle no ha abandonado en ningún momento de su
gestación), ha sido instruida en el cuidado de los bebés, desde la
lactancia a los primeros auxilios. Precisamente sobre los cuidados de «Baby Sussex»
no se ha aclarado si se contratará a una niñera o un niñero, tal y como
se ha especulado en la prensa británica debido a que uno de los empeños
de Meghan es criar a su familia en la igualdad de género. Sí parece cierto que los padres contarán con la ayuda de una enfermera especializada en los cuidados del bebé. La baja por maternidad de la Duquesa de Sussex podría
ser de tres meses, pero se cree que en unas seis semanas podrá estar
presente en el balcón del Palacio de Buckingham acompañando a la Familia
Real británica en el tradicional desfile Trooping the Color, con el que se celebra el cumpleaños de Isabel II, quien el pasado 21 de abril alcanzó los 93 años. ABCSucesión y títulos
Frogmore Cottage, paraíso «eco»
Primeros cuidados