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Matria bailadorense (24)

Aida Consuelo Oballos Ramírez Vda. de Nieto: Maestra de maestras y servidora en Cristo por Néstor Abad Sánchez

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Aida Consuelo Oballos Ramírez Vda. de Nieto: Maestra de maestras y servidora en Cristo por Néstor Abad Sánchez


¡Bailadores es y será siempre, la historia viva, que todos debemos saber!
Aida Oballos

Con esta frase que sirve de epígrafe concluye Doña Aida Oballos los agradecimientos en su libro inédito Bailadores, tierra de eterna neblina donde deja plasmado su acendrado amor por el terruño que la vio nacer y que a su vez constituye un llamado permanente a las presentes y futuras generaciones para que estudien y proyecten nuestra historia. Dejemos que sea la misma Doña Aida quien nos cuente de manera sucinta su vida: “Nací en Bailadores, el 29 de septiembre de 1938, siendo la octava hija del hogar de Eufemiano Oballos y de Heradia Ramírez de Oballos; gente humilde, trabajadora, de sólidos principio morales y religiosos; hermosos legados que aún llevo muy dentro de mí y que he inculcado a mis hijos.
“Hice la primaria en la recién fundada Escuela Nacional Graduada Tulio Febres Cordero, de esta población.
“Estudié Normal en el Colegio de La Presentación de Tovar, optando el título de Maestra Normalista, el 19 de julio de 1960.
“Ingresé al Ministerio de Educación el 1° de octubre de 1960, en la Escuela Nacional Graduada Mucutuy, de Las Tapias, hasta el 30 de abril de 1970.
“Fui traslada al grupo escolar Tulio Febres Cordero, de Bailadores, hasta el 1° de octubre de 1986, cuando fui jubilada...”

Al cesar funciones en su brillante carrera de Maestra bien pudo dedicarse a su hogar y a descansar, pero no, por el contrario refirmó su espíritu de servidora en Cristo, dedicándose en alma vida y corazón a realizar en compañía de un valioso equipo de mujeres los arreglos florales de las festividades del santoral cristiano de la parroquia, a la par que orgullosa veía crecer y cuidaba de los benjamines de la familia, los morochos: Gustavo y Fernando que eran según su decir: “Soles de mi vida que iluminan cada amanecer…” al igual que el resto de sus hijos: Luis Alfonso, Alejandro y Marisela, que en conjunto constituían la “causa y razón de mis desvelos, luchas, esfuerzos, ustedes son mi esperanza, mi sostén, mi pasado, presente y futuro”, cuan acertada estaba *Doña Aida* porque eso y mucho más son sus hijos, inmejorables guardianes de su vejez hasta su último suspiro. Lamentablemente la parca inexorable del destino le arrebató a Javier a quien consideró como: “mi brillante estrella fugaz, que un buen día, surcó su alma al espacio para encontrar una vida llena de amor, de bondad, de gracia…”, la muerte de Javier fue un golpe duro que supo superar con creces, resignación y entrega hacía sus semejantes.

Hoy cuando Doña Aida surca también su alma al espacio para reencontrarse con sus compañeras de quehaceres en la escuela, de las veladas literarias del Día de la Madre Bailadorense los 31 de mayo, de las agotadoras jornadas en la iglesia, quienes la están esperando con los brazos abiertos, en especial su Maestra y después compañera en la escuela Tulio Febres Cordero, la señorita Ramona Elba Ramírez Pacheco, nos deja un profundo vacío… ya no la veremos en el porche de su casa ni en el Santuario, pero nos queda su ejemplo, su virtuosa conducta ciudadana y de madre íntegra, su legado que es necesario preservar y proyectar. Por eso, solicito a sus hijos la autorización -aunque ya está hecho el depósito legal- para publicar en digital su libro Bailadores, tierra de eterna neblina que desde el 2013 fue transcrito y diagramado desde el IMUCU, pero me fue imposible conseguir los recursos para editarlo en físico como Doña Aida lo soñaba y para no contradecirla el tiempo se nos pasó. Su libro es por lo demás interesante y está escrito con la sapiencia de una Maestra que fue recogiendo las inquietudes en lo que los estudiantes buscaban para realizar sus tareas, tal cual como ella misma acertadamente lo señala: “Viendo el interés de los alumnos por la historia local y Nacional, y no había textos adecuados, opté por editar conclusiones como temas de estudio, inspirándome a elaborar un texto de consulta…” Ante tal propuesta es una deuda con la cual me siento comprometido y más vale tarde que nunca. Aunque como bien se lo dije a mi hermano Milton Alexander en conversaciones en la búsqueda de la edición, que esta no sea una publicación póstuma y así va a ser.

Recuerdo y muchos la tienen presente su clase magistral con motivo de los 60 años del traslado de la escuela al grupo escolar Tulio Febres Cordero en el 2009 que verso sobre la historia de Bailadores, donde demostró que quien hace de la educación un apostolado nunca deja de ser Maestra ni ductora de juventudes y esa fue y seguirá siendo Doña Aida Oballos: un ejemplo a seguir para quienes ejercen la difícil misión de educar.

Y a modo de colofón comparto con ustedes amigos que nos acompañan en esta hora luctuosa su mensaje esclarecedor en la página final de Bailadores, tierra de eterna neblina, que es una clarinada en la oscurana que sin darnos cuenta cayó sobre Bailadores en la última década y en especial en estos tres años precedentes, señala Doña Aida que: “Todo joven o personas adultas debemos saber quiénes fueron nuestras generaciones pasadas; debemos dar a conocer los nexos familiares directos, colaterales o por afinidad, hechos trascendentales, porque conociendo nuestros antepasados, nos conocemos a nosotros mismos, el desarrollo de la comunidad, ya que más tarde nos puede hacer falta en la tradición familiar para nuestros estudios o futuro de la Comunidad.
“Unamos esfuerzos y voluntades y hagamos que cada gobernante local actué como tal; y cada uno de nosotros demos lo que esté a nuestro alcance por el engrandecimiento, desarrollo y progreso de Bailadores.
“No nos hagamos ciegos y sordos ante las necesidades apremiantes que nos acosan, pues ello nos conlleva al atraso seguro.
“Conservemos la tierra y las grandes reservas que poseemos, de frente y a toda costa; debemos evitar ahora y siempre la explotación de las Minas. Ello sería la destrucción y desaparición de nuestro querido terruño.
“Si esto sucede, todo será destrucción y muerte.
“Si en verdad, tenemos un asomo de amor propio, llevemos a nuestro pueblo dentro de nosotros mismos, hagámoslo grande.
“Conservemos sus costumbres y tradiciones y preparémonos desde ya para celebrar con gran júbilo la fecha magna de nuestro pueblo: El Paso de Bolívar en su Campaña Admirable al conmemorar el segundo centenario de este suceso.
“Bailadores es nuestro y su Historia nos pertenece.
“Seamos villorros de cepa; en nuestras manos está hacerlo grande, fructífero y próspero. "Continuemos escribiendo páginas de oro en sus anales como lo hicieron nuestros aguerridos coterráneos antecesores”

¿Cuánta razón tenía Doña Aida? lo que les ha faltado a quienes han regido los destinos del municipio en estos tres últimos períodos, es ser “villoros de cepa”, al comportasen como *“ciegos y sordos ante las necesidades apremiantes que nos acosan”* y lamentablemente no entendieron que “Bailadores es nuestro y su historia nos pertenece" por tanto debemos reafirmarla más que con palabras en obras que son amores y buenas razones para ser recordados como hoy lo hacemos con esta insigne y humilde Maestra de escuela y bolivariana a carta cabal que se marchó en la antesala de la llegada de Bolívar a Mérida durante la Campaña Admirable.

Honra y prez a Doña Aida Oballos, quien siempre tuvo presente las palabras orientadoras de su Maestra de primer grado referidas a Bailadores y las convirtió en su credo de vida: “La belleza se la dio Dios en la creación, a nosotros nos pertenece conservarla y mantener siempre encendida la antorcha de su historia arraigada en nuestra idiosincrasia, costumbres y tradiciones” En su memoria ahora nos toca a nosotros continuar y perpetuar su labor. Descansa en paz Doña Aida, guerrera de la vida y luchadora como pocas por su terruño. Maestra de maestras y servidora en Cristo.

Néstor Abad Sánchez
Lomitas de San Pablo, mayo 22 y 23, 2024




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