Mérida, Marzo Sábado 15, 2025, 07:57 pm
El desequilibrio
conceptual de la política ya tiene su mayor exponente, nada más y nada menos
que el candidato del oficialismo, el señor Nicolás Maduro. Hemos visto en los
últimos días todo tipo de eventos donde se evidencian manifestaciones, poco
emotivas y cautivantes, de descontrol y fracaso absoluto de las
estrategias de pre campaña que diseñaron los oficialistas y que han terminado
favoreciendo a la oferta opositora hoy acorazada por el sentimiento, la fe y la
esperanza del pueblo venezolano.
Existen millones de
venezolanos de la tercera edad jubilados y pensionados que están siendo
bombardeados con ofertas engañosas para amarrarles su voto y doblegar su
voluntad de cambio. Promesas de bienestar nunca cumplidas en revolución en
materia alimentaria, salud y recreación, ajuste e incremento circunstancial
electoral de la pensión y la creación de un ministerio que se encargue de este
sector desatendido por décadas por el estado y vulnerado en todos sus
derechos constitucionales pone a consideración de la empobrecida y humillada
población el alto grado de crueldad y miseria con que el régimen actúa.
Los índices
desproporcionados de deserción escolar, deterioro del sistema educativo, muy
baja calidad de lo que aún queda en pie, con docentes sin ningún tipo de
incentivos, beneficio o al menos un salario aceptable, señalan el camino
socialista tomado hace años y el interés que el candidato Maduro tiene
por el progreso del país. Observar recientemente un docente en medios oficiales
acompañado de la vice presidente de la república manifestar estar complacido
por haberse convertido en Chichero, evidentemente por haber abandonado su
profesión que hoy se ejerce en modo esclavismo. El gremio magisterial está
siendo sometido, forzado, presionado chantajeado y obligado a alinearse
en medio de una debacle sin precedentes, con la estructura fantasiosa,
difusa y dispersa del 1 x 10 y ahora multiplicado por 7 para suplir deserciones
en toda la estructura oficialista que aceptaron públicamente que están
reconfigurando sin resultados positivos y grandes dificultades en el
cumplimiento de metas mínimas, antes inaceptables.
Escuchar al líder de la
revolución y candidato del PSUV decretar a las moto piruetas como deporte
nacional, muestra el alto grado de locura, insensatez e irresponsabilidad en
tamaña decisión efectista, de consecuencias impredecibles, cuando los
hospitales públicos de todo el país están colapsados en sus espacios físicos y
disponibilidad financiera para atender accidentes de motorizados. Ya es un gran
problema de salud pública que se escapa de la capacidad para atender esta
creciente demanda considerada incontrolable.
Observar al Sr. Maduro
para algunos presidente de la república , con más de 60 años de edad entre
pecho y espalda, tirarse encima a sus guardaespaldas buscando notoriedad,
tratando de generar la sensación de la emoción que sienten sus minimizados
seguidores al verlo, que desean tocarlo, abrazarlo, aclamarlo, cargarlo y
ovacionarlo es algo ridículo, deprimente y absurdo, cuando tiene un rechazo de
casi 90 % del país, que vive en condiciones de pobreza por el fracaso del
modelo socialista del cual es el su máximo exponente y principal responsable de
sus resultados.
Declarar que sectores de
oposición que buscan atentar contra él le obligan a no anunciar sus actividades
con antelación y le toca aparecer sorpresivamente en sus actividades,
atendiendo una necesaria prevención por su seguridad es algo inaudito cuando
estamos a semanas de lograr su salida por la vía constitucional democrática y
electoral.
Esto por nombrar algunas
de sus parodias siempre con poco público que sorprenden todos los días a
quienes andan en la calle buscando medio para completar un real, que
permita la subsistencia de sus familias.
Los venezolanos sabemos a
qué nos enfrentamos. La ostentación, desenfreno y frenesí en la
precampaña electoral se hace presente en el sector oficial, en todo el
andamiaje electoral diseñado por ellos y sus cientos de asesores, que nos han
conducido a escenarios llenos de ilegalidad, corrupción, perversión,
irregularidad y ventajismo.
Sin embargo estos
escenarios que revisten características desventajosas han surtido un efecto
negativo para sus impulsores. El propio candidato oficial de la revolución le
ha tocado superar las barreras de lo imaginable e inimaginable, ya la
vista de todos, se extralimita en su desempeño como candidato
presidencial convirtiéndose en un showman poco original, que muestra sus
costuras y la de sus aliados frente a las cámaras sin pudor ni recato alguno.
Maduro ya no hace campaña
para él. Asombrosamente en sus abusivos y tediosos programas televisivos
diarios en medios del estado y redes sociales, sorprendió al país cuando
salió con los pendones de sus candidatos opositores complacientes y tarifados
como Luis Eduardo Martínez de Acción Democrática , Daniel Ceballos
de Voluntad Popular y Antonio Ecarri de Lápiz, dedicándoles un tiempo
importante vendiendo sus imágenes y organizaciones, degradadas y cuestionadas ,
tratándoles de patarucos , usurpadores y flojos y se le olvido aquel refrán que
dice “ de tal palo, tal astilla” que se emplea para referirse a las personas
que imitan o adquieren algunas características o cualidades de sus padres o del
entorno donde proceden.
Otro beneficiado de la
promoción forzada del candidato del PSUV es José Brito de Primero Justicia, un
toro que pareciera castrado por su voluminosa figura, que
muestra la buena vida que lleva, con poca embestida, sin casta, que solo brama
cuando hay mana. Desde hace años está cómodo bajo la sombra de la revolución
decadente pero complaciente con sus incondicionales.
Con esta realidad
contundentemente va quedando demostrado lo que hemos afirmado muchos ocupados
de la política. Maduro logró construir una oposición a su medida que
terminaron no dando la talla y hoy le toca al propulsor de la judicialización,
secuestro, eliminación y creación de los partidos vigentes y execrados
del sistema, tener que arrear a quienes pensó que con una buena inversión
podía sacarles un buen provecho, para construir su distante e imposible
reelección o permanencia en el poder.
Hoy existe un espectro
partidista que casi en su totalidad domina el oficialismo, también un
gran números de organizaciones que el CNE no ha permitido su renovación o
actualización y más de 200 solicitudes de nuevos partidos nacionales y
regionales represadas durante años, que no han sido tramitadas por el
secuestrado, controlado, inoperante y sesgado ente rector que solo atiende a
los intereses del partido de gobierno y sus apéndices. Para este proceso electoral
inédito, arbitrario y viciado solo los nuevos partidos que
prometieron hacer causa común con el régimen imperante tuvieron la
oportunidad de ser aprobados sin cumplir mayores requisitos que ser
amigos, y socios agraciados del régimen en el objetivo de darle continuidad al
sistema socialista. Situación similar se le atribuye su origen oscuro
a muchos partidos que hoy son postulantes con candidatos propios
que dividen a la unidad nacional hoy mayoría en el país, que representa Edmundo
González apuntalado por María Corina Machado.
El candidato Maduro tiene
ahora demasiado trabajo y asuntos que atender. Debe ocuparse de su
campaña y sobrellevar un tiempo más su cúmulo de mentiras, falsas promesas y
manipulaciones además de las de sus socios y aliados, que descaradamente
trabajan por un solo objetivo, evidentemente ya acordado y
negociado. Le toca dormir con un ojo abierto y otro cerrado, escuchando
incesantemente el trinar de la derrota.
Estamos claros que aún le
quedan muchos recursos que le brinda el control de las devastadas y
desmembradas instituciones, a los cuales puede apelar, para intentar
frenar a la fórmula opositora, con la gran e insuperable dificultad que
el pueblo venezolano lo quiere fuera de Miraflores y no tendrá una base de
sustento por haber llevado su revolución heredada a ser una detestable
minoría. La única manera que el señor Maduro no pierda el 28 de julio las
elecciones presidenciales, es que las suspenda, porque manipular los resultados
le será imposible ante un pueblo decidido, unido y organizado, dispuesto a
defender sus votos y el resultado que se espera, que no es otro que el triunfo
de Edmundo González, como nuevo presidente de Venezuela.
Lo dice María Corina
Machado quien lidera esta gesta libertaria.
"Vamos a ganar y
vamos a cobrar"
No tengan duda de eso. Venezuela será libre.
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