Mérida, Marzo Miércoles 26, 2025, 09:46 am
Un
largo recorrido misionero de casi 13 horas de vuelo y unos treinta y tres mil
kilómetros sobre los cielos del Extremo Oriente, el pasado martes 3 de
septiembre, el Santo Padre Francisco aterrizó en el aeropuerto internacional
“Soekamo-Hatta” de Yakarta, capital de Indonesia, ubicada sobre la Isla de
Java, país formado por miles de islas, con su asiento sobre el nivel mar.
Tierra impregnada por una
amplia y diversa gama de sociedades y culturas así como por tener la mayor población musulmana del mundo,
con una minoría católica, un pequeño rebaño
formado por casi 10 millones de personas, el 3% de la población.
Desde
1945, con la independencia de Indonesia el Vaticano se convirtió en el primer
país “europeo” en reconocerlo y establecer relaciones diplomáticas, razón por
la cual la visita del Papa Francisco afianza aún más
las relaciones bilaterales entre ambos estados. Recordemos que antes fue
visitado por sus antecesores Pablo VI (1970) y Juan Pablo II (1989).
Bergoglio
emprende así el cuadragésimo quinto Viaje Apostólico de su pontificado, misión
que también incluye visitas a Papúa Nueva Guinea,
Timor Oriental y Singapur. El más largo de su papado.
El Pontificado de Francisco ha cambiado el estilo de visitas
de otros pontífices a países de mayorías católicas, por las visitas a las
periferias de minorías cristianas, pero con un objetivo claro, la búsqueda del diálogo y la reconciliación,
valores insertos en el alma de Indonesia, forma parte de su historia e
identidad, de allí su lema “Bhinneka Tunggal Ika”, unidad en la diversidad. Una tierra de encuentro en la que
conviven juntos más de 1.300 tribus, cada una con 500 grupos de diferentes
etnias y lenguas, con seis religiones
principales (islam, confucianismo, budismo, hinduismo, catolicismo y
otras profesiones cristianas) aunado a diversas creencias indígenas vinculadas
al ámbito tribal, con todas las diferencias culturales que acompañan la vida en
las 17.000 islas que conforman el país, como
lo señaló el informe del Vaticano, previo a la visita. Con grandes contrastes
como el hecho de ser mayoría musulmana, también cuenta con hijos e hijas
indonesios católicos que prestan servicio misionero en más de 40 países del
mundo.
De
este modo el catolicismo indonesio adquiere unsignificado
especial en la obra misionera de la Iglesia, un auténtico taller donde
aprender viviendo y practicando la convivencia en el diálogo y la armonía, es
fundamental.
El pequeño rebaño fue inspiración para el Papa Francisco que describe
Indonesia, su gente y su biodiversidad como un “magnífico mosaico”, en el que
cada pieza forma “una obra original y preciosa”. En su visita al presidente, Joko Widodo,
afirmó: La
armonía en el respeto a las diferencias se logra cuando cada opinión particular
tiene en cuenta las necesidades que son comunes y cuando cada etnia y confesión
religiosa actúa con espíritu de fraternidad, persiguiendo el noble objetivo de
servir al bien de todos, no sin antes recordar que ser conscientes de la propia
contribución y solidaridad, son la base para buscar evitar la polarización de
las diferencias y transformar la confrontación en colaboración.
También el Papa advirtió sobre las tendencias que hoy
obstaculizan el desarrollo de la fraternidad, como los “conflictos violentos,
que a menudo son el resultado de la falta de respeto mutuo, del deseo
intolerante de hacer prevalecer a toda costa los propios intereses, posición o
visión, causando un sufrimiento interminable para comunidades enteras dando
lugar a auténticas guerras sangrientas”.
En
la mezquita Istiqlal, fue recibido por el Gran Imán, KH Nasaruddin Umar,
iniciativa que consolida el diálogo interreligioso. El Papa los animó a
continuar por este camino, todos juntos, cultivando cada uno la propia
espiritualidad y practicando la propia religión, podamos caminar en la búsqueda
de Dios y contribuir a construir sociedades abiertas, cimentadas en el respeto
recíproco y en el amor mutuo, capaces de aislar las rigideces, los fundamentalismos
y los extremismos, que son siempre peligrosos y nunca justificables, aseveró el
Romano Pontífice.
En
el encuentro con obispos, sacerdotes, diáconos, consagradas, seminaristas y
catequistas de Indonesia, les recordó el lema elegido para esta Visita
Apostólica “Fe, Fraternidad, Compasión”, virtudes que expresan muy bien nuestro
camino como Iglesia. Los
animó a seguir su misión fortalecidos en la fe, abiertos a todos en la
fraternidad y cercanos a cada uno en la compasión. Fuertes en la fe, abiertos
para acoger a todos, enfatizó Francisco.
En
la eucaristía celebrada el jueves 5 de septiembre, para unas 100 mil personas que llenaron el estadio Gelora Bung Karno de
Yakarta recordó, el Sumo Pontífice, a los fieles que el encuentro con
Jesús nos llama a vivir dos actitudes fundamentales, que nos hacen capaces de
llegar a ser sus discípulos: escuchar
la Palabra y vivir la Palabra.
Junto
al apremiante llamado que nos pide el Señor a ir mar adentro, alejándonos de las orillas pantanosas de los malos
hábitos, de los miedos y de las mediocridades, para atrevernos a emprender una
nueva vida.”
Mérida, 8 de septiembre de 2024